Eduardo, Iván y Gilmer van mañana 23. Los demás emprendemos el viaje ahora mismo.
Sin duda que la carretera de acceso a Santiago está mejorando. Pasando Yamobamba, están las máquinas nivelando, más arriba hasta aquella loma denominada Paraiso, un polvo que asfixia, pero nuestra fe puede más. Ingresamos al pueblo santiaguino por la alameda del poeta y del apóstol, de inmediato ya estamos dando la vuelta olímpica a la plaza de armas y paramos en el hotel "Casa Blanca", son las 2:15 pm; luego bajamos nuestras maletas, mochilas y bolsas para instalarnos en las habitaciones reservadas. Nos queda ir almorzar a un Restaurante, a Dios y a Santiago Apóstol gracias: si, hay potajes que comer y beber.
La tarde está libre, ahora nos vamos hasta "el molle", km 5 carretera a Cachicadán, para contemplar las peñas de "tun tun" y escalar nuestro "alto" milenario.
Que emoción!, el aire silva, el sol brilla y nuestra tierra se alegra al sentirnos caminar por sobre ella, porque sabe que somos sus hijos. Para escalar el "Alto", Angelita la tiene más claro, ella se convierte en nuestra guía y toma la delantera, le siguen Javier e Ismelda, luego Nerlith, Daniel y yo mismo al final.
Como que redescubrimos el viejo camino que saliendo por un costado de las peñas aludidas, asciende por "el molle", el coñor y voltea hacia"el pajero". Que diversidad de vegetación. A ver si reconozco algunas plantas: la penca, el molle, el chugur, el tantal, la guarauya, el suncho, el cadillo, el chileno, la manga larga, la tuna en su llaygue, el sugán, la grama, la pajilla, el alcanfor, el sauco, etc.
Un breve descanso, luego hay que ascender "el alto"
En la cima de "el alto milenario"
La grandeza de esta tierra! es infinita
Sobre el batán de nuestro abuelito Oscar
Una muestra de los frutos prodigiosos, el trigo
En el pueblo, protegidos por Santiago Apóstol
Nuestra tierra se alegra al sentirnos estar con ella
La Orqueta para separar la paja del trigo
Los cuatro de capulí
Compromiso divino
Misión: conducir la expedicion al encuentro
con el apóstol Santiago y nuestra tierra
La felicidad vive aquí!
Tio gracias por dedicar estas lineas a la tierra que los vio nacer sin duda me embarga la emocion y me incentiva a cumplir un objetivo que hasta ahora no logro cumplir y es conocer las raices de nuestra familia que hasta ahora solo imagino con los relatos excelentemente narrados por el abuelito Manuel.
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