miércoles, 28 de marzo de 2012

Historia de la Cruz Verde*




...tradición santiaguina!




Amanecer floreciendo en la Cruz Verde el 1° de mayo, fue y aun es una hermosa tradición, cuyo origen se remonta hacia el año de 1935 en un bello paraje, un mirador celestial, ubicado sobre el km 4 de la carretera que se dirige del pueblo de Santiago a Cachicadán. Desde entonces y hasta la actualidad este paraíso es conocido como la "Cruz Verde", en honor a la Santísima Cruz del mismo nombre que reside en el corazón de dicho paraje.

En sus inicios

Vivía en aquel tiempo una familia católica muy respetada a un costado del camino que va de Santiago a Urumaca y Chacomas, allí arriba donde el camino parece hacer un descanso, frente a la entonces denominada "parva de tunas".

Se trata de la familia Sánchez-Ruíz, encabezada por don Gustavo Sánchez Pérez, dedicado a la carpintería y a las labores agrícolas, y Doña Teodocia Ruíz Alva, ama de una casa muy amplia llena de rosas y manzanas. Aquí están los hijos de mayor a menor, que generaban alegría y bullicio a la casa, Manuel Masías, Isolina, Enrique, Leonardo y Margarita.

Una Cruz para alejar malos espíritus

En esas idas y vueltas al pueblo que realizaba don Gustavo, por razones de su Oficio, muchas veces su regreso a casa era en horas de la noche, siendo inevitable soportar el miedo que sentía al pasar por la intersección del camino con la carretera en el sector conocido como "la peñita de Pedro Reyes", y es que allí el camino se eleva en una gran pendiente, y se envuelve en un cerco lleno de tantales, suganes, pencas y guarauyas, camino que se convertía en un ascendente callejón oscuro. Por ese motivo, Don Gustavo en coordinación con su esposa Teodocia, decidió confeccionar una pequeña cruz rojiza y se lo llevó a colocar en dicho lugar con el deseo de "auyentar" a los malos espíritus de aquella zona. Pero, no faltó gente de "otras religiones" que atentaron contra la integridad física de la cruz, motivo por el cual, don Gustavo ahora decide traerlo a casa para terminar colocándola a un costado de ella, junto a la portada; allí, permaneció 4 años aproximadamente. Cuando se llegaba el 1° de mayo se escuchaba el bullicio de la gente que al amanecer  pasaba colocando muchas flores en la pequeña cruz y a su pie dejaban  piedrecitas y algunas monedas como limosna. Recordar que en ese tiempo no había carretera por lo que todos transitaban por el camino de herradura.

Primera Cruz pintada de verde

Con el ánimo de mejorar,  tanto la comodidad de santísima cruz, como de los potenciales devotos que iban y volvian por el camino de Santiago, don Gustavo y doña Teodocia, deciden trasladarla a una mejor ubicación pero antes,  resuelven confeccionar una cruz más grande, tamaño de un calvario pintado de verde, de  aproximadamente 1.80 m de altura. El lugar elegido fue el mirador ubicado a unos 60 m  a la derecha de la casa, justo en el cerco superior  con frente al camino y con vista desde, el Alto,  Llaray, Cachicadán, Santa Cruz de Chuca, Canrramaca, Pallasca, Cruzgay y Chaychugo. 

Es así, como la Cruz Verde  "cama de Jesús donde sufrió y murió, por todos nosotros" quedaba colocada contemplando desde aquel divino mirador, no solamente el inmenso cielo azul, con esplendoroso y radiante sol del amanecer y con la fantasía de una brillante luna por las noches  decorada con infinitas estrellas, sino que  es también, la belleza de su gente, de su fauna y de su vegetación, distribuidos en armonía con su ambiente natural  en el territorio  de nuestra prodigiosa tierra santiaguina,  que se constituye en una  maravillosa obra de arte celestial.

 

                                                               Réplica de la cruz verde


 Abraham y Sabina realizan la primera velación

Recién empezaban a convivir en el pueblo Abraham Sánchez  y Sabina Gavidia ( Shava), el primero hermano de don Gustavo. Estando cerca un 1° de mayo, esta joven pareja,  alegre y entusiasta, enviaron a su tía Genoveva a la casa de la familia Sánchez-Ruíz con la misión de convencer a Don Gustavo acepte que dichos jóvenes realicen una "velación de la cruz verde" que los acompañaba en la cercanía de la casa.

Don Gustavo, hombre reservado de poca diversión, no aceptó el pedido de su hermano, sino hasta después de recuperarse de un fuerte cólico gracias a que doña Genoveva la pidió que se encomiende a la cruz:
 "si te he cometido una ofensa, cruz bendita, te ruego me calmes este malestar y que te velen el 1° de mayo". El milagro se había producido, sosegó el dolor  y don Gustavo muy aliviado aceptó realizar la fiesta y dijo a Genoveva: "Dile al Abraham que lo vele a la cruz, si tiene voluntad"

Estando próximo el 1° de mayo, y habiendo sido informado de la aceptación para realizar la velación de la cruz,  don Abraham envió a doña Shava a la casa de doña Teodocia a preparar la chica y amasar el pan para la velación. La música (flauta y caja) fue convocada al maestro Manuel Reyes y el acto litúrgico as cargo del religioso Ricardo Sánchez. La Velación del 1° de mayo  fue apoteósica, sobre todo, del Pueblo, de Muycán y de Chacomas,  florecieron todos en la Cruz Verde. Así, don Gustavo descubrió que bailar era bonito y divertido. Hubo muchos compromisos para velar a la Santísima Cruz Verde, en la noche víspera del 1° de mayo de los años siguientes.

Peregrina dona las "potencias

Pasaron unos 3 años y mientras don Gustavo trabajaba  en su tienda de carpintería con vista al camino, apareció una señora portando una caja de regular tamaño, diciendo:  "vengo desde Ascope buscando una cruz verde que por revelación me trae a Santiago y unos lugareños me dicen que la cruz que busco está por este camino" Don Gustavo la llevo a la peregrina hasta donde yacía la Bendita Cruz Verde, y ésta al alzar la mirada dijo: "esta es la cruz soñada". Pidió que don Gustavo hiciera el favor de llevar la cruz a su tienda porque tenía unos regalos para ella: "tengo la promesa de colocar las potencias en la cruz verde, lo he traído en la caja". 

Tendida la cruz sobre el banco de trabajo, don Gustavo fue colocando en ella uno a uno los regalos (adornos o potencias), siguiendo las indicaciones de aquella peregrina: un gallo, tres clavos, el sol, la media luna, dos escaleritas, un alicate, dos lanzas, un martillo, dos huesos largos cruzados y una calabera, todos hechos de madera y pintados de blanco. Adicionalmente, dos paños blancos, uno todo calado y otro de tela. Luego, la cruz adornada con todas sus "potencias", la fugaz visitante pidió que lo regresaran a su lugar, con lo que desde aquel día,  la Cruz  Verde  lució muy hermosa y elegante. Los anfitriones, Don Gustavo y doña Teodocia invitaron una cena a la peregrina y después de compartir, mutuamente se agradecieron y luego se despidieron hasta siempre.

Desde entonces, el 1° de mayo en la Cruz Verde, se convirtió en una FIESTA TRADICIONAL muy querida y anhelada por todos sus hijos  y amigos de todas las latitudes.

La Cruz Verde se cambia por una Nueva - 1966

Habían trascurrido unos 30 años y a pesar que se construyó una pequeña capilla, para proteger  a la cruz de los fenómenos climatológicos,  está se deterioró por el paso del tiempo y por la acción de las abejas,  las cuales la convirtieron en un verdadero panal; por estas razones,  la familia Sánchez-Ruíz decide cambiarlo  por una nueva cruz con las mismas características, igualmente se aprovechó esta ocasión, para construir una nueva y mejor capilla. En  la víspera del 1° de mayo, 11:00 am, La Nueva Cruz Verde y su flamante Capilla, fueron bendecidas en especial ceremonia litúrgica, a cargo de Mons. Oswaldo, párroco de la Iglesia de Santiago. 

La fiestas del 1° de mayo en la cruz verde, en los años siguientes se constituyeron en encuentros muy felices, se podría decir que fue la edad de oro, porque con la presencia no solo de los hijos de la familia Sánchez- Ruiz, sino con la inquietud juvenil de los primeros nietos de esta noble familia, se logró concentrar mucha juventud ilusionada por la vida y por salir adelante donde sea,  que la  bendita cruz y el glorioso apóstol Santiago, así lo revelaran. 

En la historia de Jesús, se sabe poco de él desde los 13 años hasta los 30, denominados los años perdidos de Jesús;  algo parecido sucede con nuestra Cruz Verde, poco se sabe desde 1985. Sin embargo, aquí estamos toda la familia, con todas sus generaciones,  listos para para reiniciar y continuar construyendo esta maravillosa historia. Nuestro apego y devoción a la Santísima Cruz, es un divino legado que nos dejaron nuestros seres queridos que ahora  nos miran desde el cielo, como símbolo y testimonio de su  infinito amor filial hacia nosotros.
                                              Vista de la Cruz Verde desde hda. Samada

Este milagroso encuentro de nuestra sagrada familia, con la Bendita Cruz Verde ahora entre nosotros,  nos impulsa y nos proyecta  para volar lejos, pero no para volver nunca sino para volver siempre a nuestra amada tierra, la Cruz Verde, para admirar juntos las maravillas de la creación. (continuará)

(*) Autor: Manuel M. Sánchez Ruíz - 2017




1 comentario: